17. DIVERSIDAD FUNCIONAL. LA DISLEXIA.
¿QUÉ SON LAS
NECESIDADES ESPECIFICAS?
Me acerco a este tema en particular ya que es algo que me
toca de cerca. Personalmente tuve que sufrir las consecuencias de que un grupo de
profesores alejados del conocimiento de este tipo de incapacidades que me
diagnosticaron en un primer momento un leve trastorno de atención (el famoso TDH...). Fue en 8º de
EGB cuando una profesora se dio cuenta de que podría tratarse de otro tema diferente.
Después de algunas pruebas (en aquel momento eran marcianadas que estaban en
pañales) llegaron a la conclusión de que sufría una ligera dislexia y que tenía
solución. Después de muchas horas de trabajo en casa y una capacidad infinita
de paciencia por parte de mis padres, pude “normalizar” esta forma de funcionar
que tiene mi cerebro y adaptarme al aprendizaje como el resto de niños de mi
cole e instituto.
Un sistema educativo inclusivo se caracteriza por el
ofrecimiento de una respuesta educativa de calidad a todo el alumnado, con
independencia de sus circunstancias personales o sociales. El alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, se
entiende como aquél que, en algún momento de su escolarización a lo largo de
toda ella, requiere de ayudas
específicas, medidas diferenciadas
y recursos complementarios para desarrollar todo su potencial de
aprendizaje.
La atención a este alumnado implica, en primer lugar, el
conocimiento de sus características, de sus necesidades y de las estrategias
más eficaces para una adecuada atención educativa.
¿QUÉ ES LA DISLEXIA?
Actualmente coexisten en la comunidad científica diferentes
modelos teóricos en el abordaje de la dislexia, dando lugar a diferentes
teorías y concepciones. Atendiendo a las características comunes se llama
dislexia a la incapacidad de origen neurobiológico que presentan algunas
personas para leer y escribir correctamente, sin tener por otro lado, una
discapacidad intelectual, motriz, visual o en cualquier otro ámbito que
explique mejor dicho trastorno.
La característica fundamental es una dificultad para la adquisición y uso de la lectura y la escritura
(mi caso particular).
Desde la perspectiva educativa, la definición que más
extensión está teniendo es la que identifica la dislexia como un trastorno
específico del aprendizaje de la lectura de base neurobiológica, que afecta de manera persistente a la
decodificación fonológica (exactitud lectora) y/o al reconocimiento de palabras (fluidez y velocidad lectora)
interfiriendo en el rendimiento académico con un retraso lector de al menos dos
años.
Suele ir acompañado
de problemas en la escritura. Se da en personas con un desarrollo cognitivo o
inteligencia normal o alta. Es un trastorno que no puede ser explicado por
discapacidad sensorial, física, motora o intelectual, ni por falta de
oportunidades para el aprendizaje o factores socioculturales.
Los problemas que presenta el alumnado con dislexia en el
aula se concretan en distintas áreas: pensamiento, habla, lectura, escritura,
deletreo y /o dificultad para manejar símbolos matemáticos.
Es un importante
factor de abandono de la escuela y
la más frecuente de las dificultades en la lectura y el aprendizaje (constituye
el 80% de los diagnósticos de los trastornos del aprendizaje situándose la
prevalencia en torno al 2-8% de las niñas y niños escolarizados). Suele afectar
en mayor porcentaje a los niños, y tiene patologías hereditarias que se pueden
desarrollar.
Con los años descubrí que aunque tiene carácter evolutivo,
también puede ser causada por traumatismo cerebral o por enfermedad. Suele
estar asociada al trastorno del cálculo
y de la expresión escrita, siendo
relativamente raro hallar alguno de estos trastornos de manera aislada. También
son frecuentes en las personas que la padecen los problemas de atención, que
pueden acompañarse de impulsividad. Durante
el periodo escolar pueden también aparecer problemas emocionales y de conducta.
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