21. EDUCANDO EN 2050


EDUCANDO EN 2050





En el 2023 mientras hacía el Máster de Educación secundaria en la Universidad de Valladolid, nuestro profesor Xoan nos planteó un trabajo sobre cómo imaginaríamos la educación en el año 2050.

En poco tiempo las ideas fluían y escupía los conceptos de lo que suponía en mi cabeza el futuro de los educadores y de los educandos. Un futuro basado en la tecnología y las nuevas formas de entender el mundo. Así imaginé cómo sería la educación en 2050:


  • Una educación que capacita a padres, madres, orientadores, mentoras, entrenadores y educadoras para ayudar al alumnado al desarrollo personal y profesional.
  • Una educación para conseguir la mejor versión de cada persona.
  • Una educación apoyada en el aprendizaje basado en proyectos y las competencias genéricas para la construcción de los futuros de los estudiantes
  • Una educación para ayudar a las personas a construir sus ideales de vida en torno a un nuevo itinerario de aprendizaje.
  • Una metodología propia para la adquisición de las competencias de la creatividad, la innovación el emprendimiento y el liderazgo.
  • Una educación transformadora con el reto de producir de manera masiva personas creativas innovadoras emprendedoras y líderes.
  • Una nueva educación basada en una nueva forma de entender y trabajar el conocimiento.
  • Una educación para crear riqueza material en material al servicio de la justicia social e igualdad de oportunidades.
  • Una educación que nazca en el cambio del paradigma.
  • Una educación que dé respuesta a los nuevos desafíos económicos del siglo XXI y de la cuarta revolución industrial.
  • Una educación que de respuesta a las nuevas realidades de la revolución tecnológica.
  • Una educación que pasa de la teoría a la práctica.


Todo era demasiado bonito y todo se quedó en la idea ensoñadora del mundo. La dependencia tecnológica creó una serie de necesidades para las que nos estábamos preparados y se descuidaron los aspectos prácticos. La educación murió ne manos de burócratas que no entendían de asertividad, comprensión, cariño o empatía.

Hoy, en noviembre de 2060, en este mundo postactaclísmico nos damos cuenta de lo que cuesta no tener educación. Volvemos a mirar las clases del pasado buscando esa humanidad que tal vez perdimos por el camino. La educación es algo vivo y nace, se desarrolla, vive y también muere para volver a nacer intentando ser mejor e intentar no repetir los errores.


Comentarios

Entradas populares